CARMEN SEVILLA: «El cuerpo somos nosotros, nosotros somos cuerpo, el cuerpo debería ser la construcción que nos permita ser y al tiempo conectar con el otro».

¿Es el cuerpo humano un buen diseño? ¿Qué aspectos o partes del cuerpo humano rediseñarías? El cuerpo humano me parece un diseño asombroso. Tiene un funcionamiento básico automático, la respiración, la circulación sanguínea que oxigena y mantiene vivas nuestras células. Realizamos actividades aprendidas de manera casi automática como caminar, ir en bicicleta, bailar, etc. Es increíble como nuestro cerebro en décimas de segundo reacciona y decide. La materia pensante, la materia gris que es capaz de elaborar abstracciones científicas, filosóficas o artísticas, etc. Los últimos descubrimientos nos hablan de que no solo el cerebro piensa. El diseño de un mecanismo como el dolor, para protegerse o el placer para regenerar y sobrevivir. Los sentidos, ver y distinguir formas, colores, profundidad, loa aromas maravillosos de la primavera, los sonidos…

Aunque, la pregunta me recuerda el experimento que hizo el psicólogo Edward de Bono. Les propuso a unos niños cómo mejorar el cuerpo humano. Entre las respuestas más frecuentes, curiosamente estaba la de la multiplicación de elementos por ejemplo una niña quería tener dos pares más de brazos para usar las cosas más deprisa y tocarlas mejor o más ojos, pero siempre para mejorar las funciones ya existentes, no pensando en dimensiones nuevas… Pero esto ya lo vemos el dioses ancestrales como Asura con tres caras y seis brazos que vence a todos sus enemigos, o en las representaciones de Shiva, etc… Pero como bien sabemos en el mundo del diseño, casi todo se puede mejorar y adaptar a los nuevos tiempos, la evolución de las especies humanas así lo ha demostrado también. No sé realmente que rediseñaría. Si nos centramos exclusivamente en el cuerpo quizá mejoraría el proceso de envejecimiento, mantener las funciones y capacidades en un nivel alto y que la obsolescencia nos llegara como a las impresoras y no con un deterioro progresivo.

¿Crees que el diseño del entorno puede condicionar la potencialidad de nuestro cuerpo? Por supuesto. La ciencia de la ergonomía profundamente relacionada con el diseño es buena prueba de ello. El diseño en general, desde los bifaces prehistóricos que mejoraban la capacidad de arañar, herir, raspar de las manos de nuestros antepasados hasta los chips que permiten oír a las personas sordas o como el caso del artista Neil Harbison con una antena implantada en la cabeza que le permite ver y percibir colores invisibles como infrarrojos y ultravioletas. O sin ir tan lejos los diseños ergonómicos de zapatillas, vestuario, cascos, etc para mejorar las marcas de los deportistas de élite. Y también los espacios, un clásico sería la cocina Frankfurt diseñada por Margarete Schütte-Lihotzky en 1926 para mejorar la eficiencia de los movimientos y tareas necesarias para cocinar en un espacio reducido.

¿Qué son una mente sana y un cuerpo sano? Quizá un cuerpo sano es más fácil de definir. Aquel que nos permite vivir sin dolor, manejarnos por el mundo, que tiene ganas de hacer, pensar, moverse. Una mente sana, es complicada tenerla. El mundo es difícil de comprender, agresivo en sus exigencias y muy contradictorio. Y eso a la mente la desequilibra. Intenta comprender, responder, resolver y es agotador. Precisamente esas exigencias que nos llegan a través de los estereotipos, los mensajes ecofriendly, la positividad tóxica, la felicidad impuesta, el individualismo exacerbado en el que todo depende de ti, si te esfuerzas lo consigues, etc… Es AGOTADOR.  Porque el objetivo no es el equilibrio sino alcanzar o encajar en estas exigencias.

¿Cómo puede el diseño/arte ayudar a ese anhelado equilibrio? Ambas disciplinas pueden ser fundamentales. Desde la actitud crítica y sincera, honesta. Ambos nos pueden enseñar la diversidad, olvidarse de las estrategias fáciles, romper con los estereotipos, atreverse a cuestionar todo ese imaginario tan dañino. Ellos son los creadores de la cultura, y la cultura es la que nos condiciona, para bien y para mal. Como agentes culturales pueden crear ese equilibrio, quizá incluso más el diseño por su capacidad de llegar de manera masiva a la población.

¿Qué piensas de la batalla abierta a los retoques fotográficos en PUBLICIDAD? ¿No es al fin y al cabo otro tipo de maquillaje? Cuando los retoques falsean la imagen de nuestros cuerpos siempre buscando encajarlos en cánones preestablecidos van mucho más allá del maquillaje y son responsables de esa imagen idealizada en la que nos convencen que debemos encajar y acabamos preocupándonos de manera obsesiva y enfermiza de lo que pesamos, el diámetro de nuestros brazos, cintura, celulitis, etc en lugar de lo maravilloso que es nuestro cuerpo, todas las cosas que nos permite hacer y sentir. Y también centrados en nuestro aspecto exterior olvidamos nuestro aspecto interior. Nuestra personalidad, encanto, profundidad de pensamiento, capacidad de empatía, creatividad, conexión con el otro.

A lo largo de la historia se han impuesto CÁNONES de BELLEZA muy diferentes. ¿Cómo es posible que lo BELLO sea tan cambiante a los ojos del ser humano? ¿Tú crees que es tan cambiante? Yo no lo creo. Primero tendríamos que preguntarnos qué es LO BELLO. Gauguin dijo una vez que “la culpa de todo la tenían los griegos” y con el tiempo he ido valorando la profundidad y el calado de sus palabras. Fueron los creadores de la primera gran teoría sobre la belleza, de un imaginario colectivo que ha empapado toda la cultura occidental. Esas proporciones matemáticas, armonías y figuras geométricas que observaban en la naturaleza son las que utilizaron para ¿explicar lo que nos atrae? para justificarlo o para encorsetarnos? No creo que sea cambiante la categoría de la belleza sino que lo que cambia es la categoría. No es que la belleza del barroco sea diferente a la belleza renacentista , sino que en barroco interesa y atrae lo sublime, el exceso, la voluptuosidad, la sensualidad desbordada. Lo que cambia no es lo Bello sino hacia donde dirige la mirada ese ser humano para gozar de la experiencia estética. Y a lo largo del tiempo hemos visto como   lo feo, lo grotesco, la gracia, incluso lo siniestro han contaminado o incluso eclipsado la belleza. En el siglo XX se comenzaron a diluir y emborronar las fronteras como leit motive: de los movimientos, estilos, géneros, disciplinas, técnicas y también de las categorías estéticas y en el XXI seguimos por el mismo camino.

¿Dónde radica la BELLEZA del CUERPO? A riesgo de parecer gallega te diré que depende de a quién le preguntes. A mí la belleza, así en plano me resulta algo insulsa. Esa belleza del canon de proporciones heteronormativa me aburre. Si hablamos de cuerpos me interesa más la categoría de la gracia, el cuerpo es algo vivo, el movimiento, su cadencia, su personalidad, la fuerza contenida, las posibilidades que deja entrever. Incluso muchas veces la belleza aparece solo con el movimiento y se desvanece en la quietud. Pocas veces tenemos la posibilidad de ver el cuerpo de los demás. Normalmente lo ocultamos detrás de la ropa que vestimos. La mayoría de las veces lo vemos a través de la mirada del otro, en la pintura, la fotografía, la danza si el vestuario lo permite. Nunca es solo cuerpo siempre hay mente. Y si la mente no tiene luz, la belleza física en plano aburre.

¿Por qué la DESNUDEZ sigue generando tantas controversias? Porque aunque estamos en el siglo XXI seguimos siendo sociedades marcadas por tradiciones religiosas. Las tres religiones del gran libro parten del mismo mito del génesis. Desde que ese dios patriarcal nos expulsó del paraíso no podemos mostrar nuestra desnudez, somos impuros al haber pecado. La desnudez se asocia al hedonismo del paraíso y nosotros debemos expiar el pecado cometido. Especialmente las mujeres que somos las herederas de la tentadora y responsable Eva que llevó al hombre a la perdición. Por otro lado el vestido nos protege del entorno, cuida y resguarda nuestro cuerpo, pero también nuestros sentimientos, nuestra imagen, nuestro prestigio. La desnudez es una metáfora de mostrarnos tal cual somos y todos tendemos a protegernos, a ocultar nuestra vulnerabilidad. No en vano a la verdad se la representa como una mujer desnuda.

¿Qué es el PUDOR? ¿Está relacionado con la NORMATIVIDAD? El pudor, es curioso que al mismo tiempo signifique vergüenza o recato pero también mal olor o hedor. Es un reflejo de la cultura judeocristiana de la que hablábamos antes. Un mecanismo para garantizar que vamos a cumplir las normas, no vamos a desafiar lo establecido y desde luego no vamos a cuestionar el sistema ni provocar que otros u otras también se lo cuestionen. Si tenemos miedo al juicio de los demás, si nunca nos hemos comportado de otra manera, es difícil no dejarse dominar por el pudor. En ese sentido sí estaría relacionado con la normatividad pero no con el canon de belleza normativo del momento. Más relacionado con las leyes no escritas de conducta. No deja de ser un sistema de control autoimpuesto.

¿Qué tipo de construcción debería ser el CUERPO? El cuerpo somos nosotros, nosotros somos cuerpo. Debería ser la construcción que nos permita ser y al tiempo conectar con el otro. Una construcción para explorar. La casa del placer, no del parecer. Nos preocupamos de que nuestro cuerpo no encaja en las proporciones de los estereotipos que aparecen en las imágenes que nos inundan, nuestra piel tiene poros y manchas, arrugas, cambios de color, asimetrías,

¿Cómo se puede escapar de la HAPPYCRACIA? La dictadura de la felicidad es muy perversa. Este mundo es un lugar fascinante pero también terrible. Millones de personas viven en condiciones terribles, sean guerras, opresión, hambre, carencias, restricciones, torturas, injusticia, etc, etc. Solo se puede ser feliz si uno es idiota, si no mira, si no piensa. La felicidad para mí es una emoción pasajera que se siente en instantes.

La obligación de ser feliz, el responsabilizar al individuo de todo lo que le suceda me parece una estrategia del liberalismo, del capitalismo salvaje de nuestros tiempos donde el individualismo se vende como libertad enmascarando el determinismo del lugar en el que nacemos, la clase social a la que pertenece nuestra familia, su nivel económico, cultural, las posibilidades que ofrece nuestro entorno inmediato, el sexo, etc. La meritocracia es en cierto modo, una falacia. Nuestro triunfo o fracaso no es solo nuestro, es de toda la tribu.

¿Qué podemos hacer para CONGENIAR  los distintos  GÉNEROS cuando por DEFINICIÓN son excluyentes? Esta pregunta es fácil: ABOLIRLOS. El género es un constructo que nos obliga a encajar dentro de unos límites. ¿Por qué no hacemos como el arte que derriba fronteras y nos encontramos con obras que no son esculturas, ni pinturas, sino esculto/pinturas, esculto/arquitectura, instalaciones, performance.

¿Podrías definir el NO GÉNERO? Confundámonos y encontrémonos! No quiero encajar en ninguno de esos esquemas. Quiero poder elegir lo que me gusta, como me comporto, como me visto, etc sin estar condicionada por mi sexo.

¿Cuál es tu GÉNERO? No tengo género.