¿Qué es el confort? ¿Hay una medida ideal de confort? ¿A mayor tecnología más confort? ¿Qué aspectos determinan la comodidad en una vivienda? ¿Tienen alguna función los objetos inútiles?

Con:
José Martínez Medina. Fabricante de muebles, diseñador y arquitecto técnico.
Pepe Cosín. Diseñador e interiorista.
Andrés Alfaro Hofmann. Arquitecto, interiorista y diseñador de producto.

Hay ciertos espacios que por su conformación nos transmiten sentimientos de alegría y luminosidad. Según Pepe Cosín, el fin primordial del confort es la transmisión de felicidad. Para Andrés Alfaro, la palabra alemana Gemütlich expresa perfectamente el ideal y las distintas acepciones del confort. Esa palabra que su abuelo, sentado cómodamente en su butaca, pronunciaba para expresar “Qué a gusto estoy, qué bien me siento”. Según Alfaro, el tema del confort tiene un punto místico que oscila entre lo material y lo divino, entre la materialidad y la intemporalidad.

La comodidad, según José Martínez, ha mejorado con el paso de los años y con los avances en técnicas y materias primas. La comodidad se puede medir en base al uso del objeto. Para Pepe Cosín la comodidad es un término subjetivo que varía según cada individuo y que está asociada al uso e interacción con los objetos. En cuanto a las tecnologías aplicadas para aumentar el confort en el hogar, Alfaro dice estar muy atento a las novedades, pero reconoce que a veces se abusa al querer mecanizar en exceso las viviendas. En su opinión, hay que saber usar la tecnología y ésta resulta más potente cuando queda oculta. La búsqueda excesiva de confort puede acabar con él. En palabras de Pepe Cosín, el confort se puede alcanzar con muy pocos recursos: proporción, iluminación, materiales, texturas… y no necesariamente con tecnología. Sólo hay que acudir a los grandes maestros arquitectos como Barragán, Sert o Siza para entender que una casa puede ser básica y muy confortable.

Poder vivir en un espacio creado por uno mismo es, según Andrés Alfaro, una manera ideal para generar confort en una vivienda. Ideando espacios tersos, sin accidentes y en equilibrio con el mobiliario. Por eso le gusta implicar al cliente y hacer que se vea reflejado y se sienta protagonista. Sin duda, la vivienda es un reflejo de su morador.

De acuerdo a José Martínez, el confort está relacionado con la evolución, con prosperar, investigar y salir del entorno en el que estamos inmersos. Nunca debería ser un concepto conformista ni confundirse con el lujo. No salir, en un momento dado, de nuestra “jaula de oro” puede ser contraproducente e impedir el descubrimiento de nuevas técnicas. Martínez considera que todas las jerarquías y sectores deberían tener acceso a una vida confortable.

Para Alfaro el confort es un derecho y puede llegar a ser un lujo. Pero su idea de lujo es la disposición de espacio y no tanto la materialidad. Además, el lujo no es necesariamente confortable. En sintonía, Cosín opina que el confort y el lujo son conceptos distintos. Se puede conseguir confort con nada de lujo. Se puede habitar un espacio pequeño pero confortable.

Andrés Alfaro reconoce que estamos rodeados de objetos inútiles y que la industria mobiliaria juega con estas tendencias con mucha frecuencia. Cuando un mercado es demasiado anodino y repetitivo, surgen objetos de colección desprovistos de funcionalidad, y como ejemplo pone los muebles-escultura que en su momento creó el grupo Memphis. Para Cosín el objeto es un elemento intrínseco a la humanidad que responde a su necesidad de llenar cierto vacío. Es una forma de reivindicar que estamos vivos. En ese sentido, los objetos inútiles sirven para todo y para nada. José Martínez reconoce que en su casa le gusta estar rodeado de objetos que no tienen otra función que la de satisfacer su confort visual. Le gusta estar arropado de objetos, le traen recuerdos.